Para aquellos que buscan una experiencia de boda portuguesa, pero no contentos con Lisboa, hay dos opciones tentadoras, llenas de historia que se conservan cerca de la capital: Óbidos y Bussaco. El primero es uno de los pueblos más bellos de Portugal, todos amurallados, refugio de reyes y reinas en otros tiempos. El segundo, mucho más grande, con 105 hectáreas de bosque, fue elegido por carmelitas descalzos para construir un convento. ¿Cuál será tu elección?