La semana pasada, compartí mi aventura en Luxor , Egipto, donde terminé mi artículo hablando del crucero por el río Nilo , el famoso Nile Cruiser, un recorrido increíble que vale la pena hacer. Su destino final fue Asuán, tema del post de hoy y otro itinerario más que las parejas pueden incluir en su boda de destino en Egipto. Llegar a Asuán, Egipto, fue una experiencia inolvidable. Recuerdo la sensación mágica mientras navegábamos por el Nilo hacia la ciudad . La llegada en sí fue un espectáculo, con el barco deslizándose suavemente por las tranquilas aguas del río, mientras la ciudad se iba vislumbrando poco a poco frente a nosotros. La vista de la costa y los edificios históricos es algo que nunca olvidaré.
Asuán es una ciudad ubicada en el sur de Egipto, cerca de la frontera con Sudán , y es un popular destino turístico debido a su historia y belleza natural. La ciudad es famosa por ser un importante centro de la antigua civilización egipcia y alberga varios monumentos y templos históricos, como el Templo de Abul-Simbel, el Templo de Philae y la Presa de Asuán. Pero, de hecho, uno de los grandes atractivos de Asuán es el río Nilo, que atraviesa la ciudad y ofrece una vista impresionante para los visitantes.
Una de las visitas más conmovedoras que realicé en Asuán fue la del Templo de Abul-Simbel . Este antiguo templo, construido durante el reinado de Ramsés II, es un testimonio de la grandeza de la antigua civilización egipcia y una de las mayores atracciones turísticas del país. La impresionante arquitectura y los intrincados detalles tallados en las piedras son realmente notables. Además de su importancia histórica y arquitectónica, el Templo de Abul-Simbel también es famoso por ser utilizado como plató de cine. Una de las más conocidas es “La Momia” , película de 1999 protagonizada por Brendan Fraser y Rachel Weisz. El templo se usó para representar el lugar donde el villano de la película, Imhotep, fue momificado vivo como castigo por sus crímenes.
Pero el viaje también estuvo marcado por un momento extraño y mágico: vi un espejismo. Mientras conducíamos por el desierto, vi un lago cristalino y brillante que parecía reflejar el cielo azul sin nubes. Estaba encantado con la escena, hasta que me di cuenta de que no era real. Fue solo una ilusión óptica, un truco de la luz que me hizo ver algo que no estaba allí. Fue un poderoso recordatorio de que viajar no se trata solo de los destinos que visitamos, sino también de las experiencias únicas que tenemos en el camino. Ver un espejismo en medio del desierto de Egipto, mientras atravesábamos la carretera hacia el Templo de Abul-Simbel, es algo que guardaré conmigo para siempre.
Wassup, ¿qué te pareció? ¡Asuán es increíble!
¡Hasta la proxima semana!
Besos,
Simone.